Qué hacer cuando tu aerolínea pierde tu maleta y cómo evitar que esto te suceda
Seguro que a lo largo de tu vida habrás perdido las llaves de tu casa, unos calcetines o hasta alguna que otra neurona. Fastidia, ¿verdad? Pero si te encuentras en la otra punta de mundo y tu maleta ha desparecido el fastidio se convierte en impotencia. Llegas al destino y tú, sin unas bragas o calzoncillos limpios con los que empezar tus vacaciones.
Le puede pasar a cualquiera, incluso a los directivos de las aerolíneas. Así que siguiendo la confesión del Director General de Alaska Airlines, Brad Tilden, de que su propia compañía aérea fracasó en esto de conseguir que su equipaje llegará al mismo aeropuerto que él, aquí van 10 consejos para que tu maleta no se pierda.
1. Maleta fea es mejor
Que sí, que has ahorrado un montón para comprarte el Cadillac de las maletas. Quieres lucirte por los aeropuertos con una maleta que grite calidad, categoría y marca y que disponga de todas las ventajas del transporte con cuatrocientos compartimentos, que sea de fácil maniobrabilidad, rodaje multidireccional, cremalleras brillantes y bloqueables… Es normal. Pero eso atrae no solo las miradas de los demás viajeros, también la de los envidiosos con la mano más larga. Así que la recomendación es que te dejes de pijadas y te hagas con una maleta sencilla, barata y que haga las funciones. No te compliques. Cuanto menos vistosa y menos marcas se vean, mejor para ti.
2. No vayas con chiquitas
Si no quieres que nadie se lleve por error tu maleta cuando pasa por la cinta transportadora de los aeropuertos, asegúrate de identificarla como es debido. No seas tímido. Un pañuelito diminuto de color fucsia y tu nombre en una pequeña tarjeta con tu dirección es ridículo. Cruza tu nombre en colores vivos por toda la solapa de tu maleta. Pero no te quedes con esto. Personalízala hasta los topes. Hazte con un rotulador de punta ancha, que destaque (blanco o negro, en función del color de la maleta) y escribe en letra mayúscula tus señas de identidad por todos los lados de la maleta. Nadie querrá llevarse consigo una maleta con tu nombre. Y al contrario de lo que os pensáis, disuade bastante a los ladronzuelos.
3. Pon un mensaje simpático
Piensa bien y acertarás. Vale hemos transformado un pelín el dicho pero vamos a ser positivos ¿no? Si por un casual pierdes de vista tu maleta, digamos porque estabas distraído mirando la última oferta en el Duty Free, te giras de nuevo para alcanzar el asa de la maleta y solo das que bandazos en el aire… ¡Que mal rato! No te queda otra que confiar en el buen hacer de la gente y forzar un poco su buena voluntad. Deja un mensaje de buen rollo en un lugar visible de la maleta que disuade a la gente de llevarse tus pertenencias. Escribe las siguientes palabras: HAZ LO CORRECTO, si te encuentras esta maleta devuélvela por favor. A la persona que lea esto, le tocara un poco la patata y si tiene algo que ofrecer de bueno en este mundo, te la devolverá. Así que asegúrate de poner tu nombre y apellido y también tu dirección.
4. Los 60 son ya historia
Está ya un poco pasado esto de llevar el bocadillo de chóped que te ha preparado la yaya para el viaje. Deja el jamón, queso, chorizo y longaniza de tu tierra en TU TIERRA, sobre todo si viajas a ultramar. Piensa que muchos países tienen restricciones muy particulares acerca de este tipo de comida. Te retendrán la maleta sin dudarlo en el control de equipajes y, como poco, te quedarás sin esos alimentos tan preciados para el paladar español. Como mínimo, te revisaran la maleta con la demora correspondiente que eso supondrá. El resultado, te quedarás sin equipaje unos días.
5. Evita los candados llamativos
Por experiencia, un candado grande y de color verde chillón no disuade a nadie. Al contrario, una vez que facturas la maleta y la pierdes de vista durante horas, ese candado solo hace que llamar la atención en los controles. Los profesionales que transportaran tu maleta, no dudaran en coger unas tenazas romper el candado y la cremallera para saber que guardas con tanto recelo. Evita llamar la atención y confía en el buen hacer de los trabajadores. Si alguien quiere abrir-te la maleta, lo harán con o sin candado de por medio. Así que, discreción es aconsejable.
6. El móvil es tu mejor amigo
Tu viaje en avión ha sido agotador y en el trayecto del taxi al hotel te pegas una cabezadita de nada. Cuando llegas al hotel (o donde quiera que te alojes), la cabeza solo te da para pagar al taxista y bajarte del coche dejando tus maletas olvidadas en el asiento contiguo… Una solución es una alarma. Antes de quedarte dormido, pregunta al taxista si tienes cinco minutejos para dormirte y pon una alarma escribiendo en letras mayúsculas MALETAS. Cuando se dispare la alarma, estarás un poco grogui pero te dará para leer esta palabra en mitad de la pantalla de tu móvil y gravar esta palabra a fuego en tu mente. No te las olvidarás. Aplica este consejo en todos los medios de transporte con los que te desplaces junto a tus maletas.
7. Buen Karma
Estás en el último tramo de viaje, en la cinta transportadora, y tu maleta no aparece. Te toca dirigirse a la ventanilla de la compañía aérea con la que viajabas y poner una reclamación. Que el cansancio y la mala leche no rijan tu comportamiento. Ellos están tan hartos como tú de escuchar quejas y gritos sobre lo mal que están las cosas y la inconveniencia de perder tu maleta. Dirígete a ellos con una actitud positiva y afable, te lo agradecerán y te ayudarán con más ganas a recuperar tu equipaje. Una sonrisa y un “gracias” siempre son bien recibidos.
8. Chequea las veces que haga falta
Cuando facturas tu maleta, la persona del mostrador la envía lejos. Pero antes le pone una etiqueta. Asegúrate que tu maleta lleve esta identificación con el mismo destino y numero de vuelo al tuyo. Que no te de apuro, hazlo con gracia y antes que la cinta se lleva la maleta. No pierdas el número que va asociado con tu maleta. Este será el único documento que te pedirán si la compañía te pierde la maleta.
No te olvides de comprobar la etiqueta tampoco cuando recojas la maleta de la cinta. Aunque pueda parecer que es exactamente la tuya, te puedes equivocar y tener un buen disgusto cuando llegues al hotel y te des cuenta de que nada de lo que hay en su interior es de tu talla y no te queda bien. Algo que no tardarás ni dos segundos en hacer podría ahorrarte tener que volver al aeropuerto a reclamar.
9. Tu madre tenía razón
Seguro que tu madre ya te lo ha dicho un millón de veces (la nuestra nos lo ha dicho muchísimas y aunque casi nunca le hemos hecho caso sigue siendo un magnífico consejo). Cómprate una de esas riñoneras que se pegan al cuerpo. La maleta te la podrán robar, se podrá perder o te la podrán retener sin razón entre los controles de los aeropuertos pero al menos tendrás tu dinero en metálico y la documentación a punto para seguir disfrutando de tu viaje.
10. Divide y vencerás
Si al final todos estos consejos fallan, aquí va otro que te ayudará a sobrellevar la pérdida de la maleta. Reparte las cosas que te lleves contigo en dos maletas o dos bultos diferentes. Intenta incluir al menos una muda en tu equipaje de mano. Eso te ahorrará dinero e inconvenientes olfativas cuando te quedes sin maleta. Asimismo, intenta llevar todo lo que sea de valor encima. De esta manera, el pasaporte, la cartera, la cámara y el ordenador siempre estarán contigo y habrá menos posibilidades de que se extravíen.
Y aquí van dos más, porque nunca está de más ser precavido
11. Está preparado para perder la maleta
Puede parecer un poco extremo, pero buscar e imprimir los números de contacto de la aerolínea con la que vas a volar es una buena manera de minimizar el estrés cuando aterrizas en tu destino y te das cuenta de que tu maleta se ha ido de vacaciones a otro lugar. Los trabajadores del aeropuerto están ahí para ayudarte, pero localizar tu equipaje y mandártelo es responsabilidad de la aerolínea. Tener un número de teléfono a mano puede ahorrarte un montón de tiempo (¡y dinero buscando en Internet con el móvil si no hay wifi!) y acercarte a la deseada reunión con tu maleta. Esto es epecialmente útil cuando tu compañía aérea no tiene una oficina de atención al cliente en el aeropuerto y te sientes solo y perdido.
12. Pon la tecnología a tu favor
Tenemos que admitir que incluso si sigues estos consejos útiles no hay ninguna garantía de que tu maleta no se vaya a perder. Pero si lo peor sucediera, aquí van algunas maneras muy tecnológicas y muy estupendas para localizarla. Un sencillo rastreador de equipaje, como el TRACE ME, que se integra con el sistema de equipajes mundial de las aerolíneas para identificar tu bolsa incluso si pierdes las etiquetas con los códigos de barras que te ponen en el aeropuerto. Las etiquetas inteligentes para el equipaje con microchips como por ejemplo la Rebound Tag son una buena opción. O quizás incluso podrías probar lo último en sistemas de protección de maletas: Bag2Go. Este maravilloso sistema lo que hace es incluir un rastreador por satélite en tu maleta y se comunica con una app en tu móvil para que siempre sepas con total precisión dónde están tus bienes más preciados.
¿Se te ocurre alguna recomendación más? No lo dudes y deja un comentario
Fuente: skyscanner