Malé es la capital del archipiélago, por lo que en un viaje a Maldivas no puede faltar un recorrido por sus mercados principales para conocer cómo la es la cultura del país y la calidad de los productos que posteriormente nos encontraremos en los restaurantes. Uno de los lugares más peculiares es la lonja de pescado, un mercado de lo más bullicioso que cuenta con una gran actividad durante todo el día. El más abundante suele ser el atún, aunque la mercancía dependerá de lo que los chicos hayan pescado esa misma mañana.
Entrar en alguna mezquita de la capital
Maldivas es un país islámico, la mayor parte de su población es musulmana suní. Para conocer mejor su cultura y tradiciones nada mejor que visitar su templo más afamado: la Mezquita del viernes, o como ellos la llaman “Hukuru Miskiiy”. Es la más grande del archipiélago y una de las señas de identidad del país.
Callejear por Malé
Aunque la capital no es muy grande, ya que se puede recorrer perfectamente en hora y media, un paseo por ella nos permitirá hacernos una idea de cómo es la vida de los habitantes de la isla. Esta será la mejor forma de conocer realmente el país fuera del paraíso de los resorts en nuestro viaje a Maldivas. Lo mejor es dejarse perder por sus calles, donde podrás ver su universidad, el Museo Nacional, el palacio del Pueblo, el memorial por las víctimas del tsunami de 2004, así como varias mezquitas. La zona del embarcadero es la más turística, por lo que allí es donde se puede encontrar variedad de tiendas de souvenirs.
Hacer Snorkeling y/o Submarinismo
Son las dos actividades estrellas del archipiélago. Los fondos marinos de Maldivas están llenos de vida y, debido a la claridad de su agua, es relativamente fácil poder observar tiburones ballena, mantarrayas o tortugas gigantes. En casi todos los hoteles ofrecen la oportunidad de alquilar unas gafas, aletas y un tubo. Para los que se queden con ganas de más, no obstante, también hay varios centros de buceo y varias excursiones de live on board (vida a bordo de un barco) donde poder estar varios días descubriendo sus maravillas marinas y practicando este deporte. Para ello será imprescindible contar con la titulación de buceo correspondiente dependiendo del nivel de la excursión. Si tienes tiempo, incluso puedes aprovechar para sacarte allí el título.
Viajar en hidroavión
Las islas más turísticas de Maldivas ofrecen la posibilidad de moverse de una a otra en hidroavión o de hacer un recorrido en este tipo de transporte para ver disfrutar de las vistas del país desde el aire. La mejor manera para hacerse una idea de cómo es el archipiélago, su extensión y poder fotografiar el paraíso desde las alturas. ¡No te olvides de la cámara! La adrenalina está asegurada.
Disfrutar del festival de bioluminiscencia en la isla Vaadhoo
Al norte del archipiélago se encuentran las playas de la isla Vaadhoo. Unas finas hileras de arena blanca rodeadas de agua cristalina que, al caer la noche, su belleza se multiplica. Y es que, a diferencia de otras islas de Maldivas, en Vaadhoo se puede disfrutar del espectáculo natural de bioluminicencia. Un mar de estrellas muy brillantes producido con la bajamar, cuando el plancton queda al descubierto y entra en contacto con el oxígeno caliente del aire. Sin duda, una de las mejores experiencias que se pueden vivir en un viaje a Maldivas.
Practicar deportes acuáticos
Todos los hoteles cuentan con actividades acuáticas para sus clientes. Si estás cansado de estar tumbado al sol puedes aprovechar para explorar su isla desde el mar o ponerte en movimiento con deportes como el windsurf, kayak, surf en el caso de que haya suficiente oleaje, paddle surf o incluso yoga en la arena.
Perderse en una isla deshabitada
En el mismo hotel, o a través de la agencia de viajes, también se puede contratar variedad de tours que ofrecen recorridos por las islas más próximas. Algunos son a las islas más populares del archipiélago. Otros, en cambio, intentan buscar la exclusividad y ofrecen al viajero la posibilidad de disfrutar de la soledad de un islote deshabitado. También los hay que combinan ambas opciones, para conocer a los locales que habitan algunas de sus islas, y a la vez sentirse como un náufrago en alguno de los bancos de arena. Aunque muchos han soñado con hacer noche en alguna de ellas, lo cierto es que no es muy recomendable ya que, además de que puede subir la marea y quedarnos flotando en el mar, hay que tener en cuenta que aunque no parezcan habitadas, algunas de ellas son el hogar de algunos crustáceos.
Salir a pescar en un dhoni
La pesca es una de las actividades económicas de Maldivas, además del turismo. Durante tu viaje es posible contratar alguna excursión que consiste en acompañar a los locales en un dhoni, un tipo de embarcación pesquera típica del país con la que salir a navegar y poder conocer cómo los pescadores trabajan y que nos enseñen los gafes de este oficio.
Disfrutar del spa
Todos los resorts cuentan con servicio de masajes y con spa dentro de sus instalaciones. Una buena forma de relajarse después de una jornada llena de actividades con las que hemos podido comprobar que un viaje a Maldivas no sólo es una tumbona en la playa y sol, aunque también hay que dejar tiempo para ello. ¡Estamos en el paraíso!
Viajar a Maldivas es un sueño que puedes hacer realidad. Ven a descubrir este paraíso
Fuente. Exoticc
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